jueves, 26 de julio de 2012

El avión a energía solar completó su primer viaje


El avión a energía solar completó su primer viaje intercontinental

Aterrizó ayer en Suiza. En total sumó 13 horas y media de vuelo.
26/07/12
Frente a un nutrido y entusiasta público, el avión Solar Impulse aterrizó ayer en Payerne (Suiza) y le puso así punto final a un recorrido de 6.000 kilómetros. De ese modo completó el primer viaje intercontinental de un avión propulsado solamente con energía solar.

La travesía, que tuvo su punto de partida en Suiza, alcanzó Marruecos y terminó en Suiza, se inició el 24 de mayo y estuvo dividida en ocho vuelos que sumaron un total de 13 horas y 29 minutos.

El último tramo, que finalizó ayer, unió Madrid y Payerne con una escala en Toulouse. “Ha sido una aventura extraordinaria no sólo por lo que hemos logrado con este avión, que originalmente sólo se diseñó para demostrar la posibilidad de volar día y noche con una energía completamente solar, sino también porque se ha traducido en un equipo bien fusionado, que confiaba en el proyecto”, señaló el director ejecutivo de Solar Impulse, André Borschberg, quien, a la vez, fue uno de los pilotos de la travesía.

Por su parte, el otro piloto, Bertrand Piccard, indicó que el éxito de la misión no es sólo un éxito de la aeronáutica, sino que también constituía un aporte a la causa de las energías renovables.

El Solar Impulse, construido en fibra de carbono, dispone de casi 12.000 placas fotovoltaicas que recubren sus alas de 63,40 metros de envergadura –equivalente a la de un Airbus A340–. Mientras que en la cola lleva 880 células más. Todas alimentan cuatro motores eléctricos que disponen de una potencia promedio similar a la que utilizaron los hermanos Wright en 1903 en el primer vuelo a motor.

El aparato, llamado HB-SIA, pesa 1.600 kilos, vuela a una velocidad media de 70 kilómetros por hora y tiene en el interior de su cabina espacio para una única persona sentada.

Señala la agencia Europa Press que el prototipo busca ahora récords mundiales de distancia para las aeronaves solares, verificados por la Federación Internacional de Deportes Aéreos (FAI).

“Estoy orgulloso de lo que hemos sido capaces de lograr juntos, todos nosotros, de los ingenieros que han construido un avión fantástico, a los expertos de la misión del equipo, al personal de Tierra y al equipo multimedia”, añadió Borschberg.

Bertrand Piccard, que además de piloto también es otro de los hombres al frente del proyecto Solar Impulse, es psiquiatra, aeronauta y tiene en su currículum haber sido el primer hombre en dar la vuelta al mundo en globo sin paradas. André Borschberg, en tanto, es ingeniero y licenciado en ciencias de la administración, y piloto profesional de avión y de helicóptero.

Lejos de trabajar solos, ellos dos contaron con ingenieros mecánicos, ingenieros aeronáuticos, físicos, especialistas en estructuras, en aerodinámica, en diseño y en materiales compuestos.

El equipo debió resolver complicados desafíos, como el equilibrio entre la máxima eficiencia, el menor peso y la confiabilidad extrema de las células fotovoltaicas del avión. A la vez, para asegurarse de que la energía creada se administrara con eficacia, el equipo desarrolló baterías y motores de alto rendimiento, todos controlados por una computadora central que permite la optimización de uso de la energía durante los vuelos.
Fuente Clarin:
lindo pajarito!, saludos Profe Dany

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